Cada vez que se rompe
un hábito se producen cambios
“El hombre no es más que su proyecto”, decía Sartre; o dicho
de otra manera, el hombre no es más que lo que él hace; o para decirlo
siguiendo jugando con las palabras: el hombre es su proyecto y no lo proyectado.
Lo que somos, lo que nos constituye, es lo que hacemos
(proyectos) y no lo que creemos, aún con amplias posibilidades, que podríamos o
lograríamos hacer (proyecciones).
Como muy bien sabéis en una sala de espera te puedes
encontrar un muestrario de personalidades diversas. Dispares entre sí, tanto
que a ratos parecen entrar en contradicción. Las hay quienes se acercan con un
periódico bajo el brazo. Camioneros de los que lanzan piropos, y sensibleros
que lloran con las anécdotas de sus animales así como despistados que no se
acuerdan ni de su nombre. Cariñosos de brazos acogedores que son la mejor
chaqueta para los días de niebla. Graciosos hasta las lágrimas. Secos como la
mojama o llanos como pistas de patinaje. Rebuscadas como conchas de caracol que
nunca salen o entran cuando se las llama, cínicos hasta la acidez, brutos como
mulas, filosóficos profundos como un agujero antimateria, e incluso ligeros
colibrís que van de flor en flor.
Los hay que nunca hablan, los hay que charlotean sin parar, personalidades
que no hablan de lo privado y los que no tienen privado porque todo es público.
Los que se pirran por la montaña, los que se tuestan en la playa, los que odian
la naturaleza y no les sacas del asfalto. Los amantes del cine o el teatro, los
que no leen ni en el baño, los ratoncillos de biblioteca. Los que rezan con
esperanza, los que la perdieron, los que nunca la tuvieron, los que no la
necesitan. Los que encienden incienso y se conectan al mundo, los que
desconectan y encienden otras hierbas olorosas. Los encantados de conocerse,
los que no se soportan, los que nunca se conocieron. Los que no cogen el
teléfono, los que no lo sueltan ni cuando les hablas. Los que aman lo que
hacen, los que saben qué hacer, los adictos al trabajo, los adictos a no hacer
mucho. Los que ven la vida en la pantalla, los que no tienen ni televisor, los
que comen vegetales, los que el verde les suena a envidia. Los presentes
siempre, los ausentes siempre, los que vienen y se van. Los que visten a la
moda, los que pasan de adornarse.
Todos ellos conforman poliedros de una sala de espera, que enriquecen
las miradas de los profesionales, nuestro ser, y nuestro estar. A todos ellos les
reconocemos su parte en nuestra realidad, a todos ellos necesitamos y nos
necesitan aunque sea a ratitos pequeños arrebatados en el transcurrir de las
mil y una obligaciones en las que gastamos el tiempo. A todos ellos respetamos
y de todos ellos reivindicamos nuestro lugar en un pequeño pedacito de su
realidad, para ellos es para quienes construiremos un bucle de mensajes.
Comentaba en mi Tarea 3: Artefactos, armatostes y otros
artilugios (http://planetainnovaccion.blogspot.com.es/2016/05/tarea-3-artefactos-armatostes-y-otros.html),
que el compañero Carlos (dinamizador de zona TIC en Centro de Empleo de
Almería-Altamira) en cuanto le trasladé la idea, raudo me envió su “versión de los hechos”que me gustaría compartir con
ustedes con algunos retoques que certeramente enriqueceremos entre todos los
que estamos participando porque la perpetua nada de un instante compartido hace
que ese apenas nada sea motor de impulso y ánimo para hacer algo más grande y
duradero.
<<Proyecto informativo en formato audio visual en “bucle” para la
sala de espera de las oficinas y centros de empleo del Servicio Andaluz de Empleo
(SAE)>>
Esto es sólo, algo así, como una “tormenta de ideas de una
sola mente”. Se trata de una propuesta inicial sin contenido ni estructura
definida. Es un primer borrador que habrá que “cincelarse” y contrastarse con
otras visiones diferentes a ésta. Me he permitido la “licencia” de llamar, de
manera informal a esta iniciativa, “Proyecto Bucle” (PB), por comodidad, cada
vez que aluda al mismo.
Como no puede ser de otra manera sería interesante contar
esta “historia” desde el principio.
Introducción
histórica:
No es necesario explicar en el PB estos aspectos históricos
de manera extensa, basta sólo, con unas pinceladas generales que respondan a
estas preguntas:
- ·
¿Qué había antes del SAE?
- ·
¿Cómo se produjo ese cambio hasta llegar al SAE?
- ·
¿Qué es el SAE?
Para un mejor entendimiento por parte de la ciudadanía de
aquello que pretendemos contar, lo primero, es contextualizar los hechos
haciéndonos la pregunta “¿quiénes fuimos?”. Así sabremos de manera certera
“quiénes somos”. Por tanto, es necesario remontarse al pasado, desde el origen
hasta nuestros días, o lo que es lo mismo, desde el I.N.E.M. hacia el
surgimiento de las dos nuevas administraciones S.A.E./S.E.P.E.
De esta manera, las personas tendrían una visión más exacta
de la realidad actual y aprenderían a llamar a las “cosas por su nombre”. Esta
afirmación no la hago por riguroso o exacto, la hago por razones puramente
prácticas. En ocasiones, las personas no saben expresar qué necesitan (para eso
estamos nosotros), y sobre todo, de quién lo necesitan. Esto último supone para
la persona y para nosotros mismos un riesgo de confusión, con resultados
negativos para ambas partes, sin olvidar, el sobre esfuerzo que deben realizar
los profesionales, cada día, a la hora de informar y atender convenientemente a
la ciudadanía. Debemos ser eficaces, sí, certeros, sí, con explicaciones breves
y directas, sí, pero también, eficientes eficaces y efectivos. No encontré
mejor definición sobré eficiencia que ésta: “la persona eficiente trabaja poco
pero rinde mucho”. “Eliminar” del vocabulario la palabra “INEM” cuando estemos
en las oficinas de empleo será un paso de gigante hacia la mejora de la
comprensión de la realidad actual.
Una vez definido y concretado el primer punto, podremos
seguir avanzando con el mismo criterio, siempre de lo anterior a lo actual y
con una aproximación de lo general (SAE) a lo particular (oficinas y centros de
empleo).
Oficinas y Centros de
Empleo.
Haciendo un ejercicio de empatía, y si yo fuera una persona
que jamás ha solicitado los servicios que ofrece una oficina o un centro de
empleo, me haría algunas de las siguientes preguntas:
- ·
¿Cómo accedo?
- ·
¿Cómo funciona esto?
- ·
¿Qué pueden hacer estos profesionales por mí?
- ·
¿A qué tengo derecho en este sitio? casi nunca
¿cuáles son mis obligaciones?
- ·
¿Qué tengo que traer? Y así un largo etcétera.
Seguramente ya sabría de antemano que existen oficinas o
centros de empleo en mi ciudad, pueblo, o cerca de donde vivo, y puedo llegar
casi a entender cuál es más o menos su función por su propio nombre
"oficina de empleo”, o sea, un lugar en el que ¿te buscan empleo? He aquí
el primer error de percepción muy extendido en la ciudadanía y el cuál debemos
atajar en primer lugar. Ya hemos dejado claro “quiénes somos” en el punto
anterior, ahora toca explicar “qué hace una oficina de empleo y cómo lo hace”
de manera sintética, atractiva y directa.
Para responder a algunas de la preguntas anteriores la única
manera de hacerlo es definir esto con la máxima claridad. Para ello, podríamos
explicar esto mediante un catálogo de funciones.
Catálogo de funciones
de una oficina o centro de empleo.
Podría resultar de interés encuadrar esto por áreas, de
manera breve y directa, de forma “llana” pero sin ser demasiado técnicos o
discursivos.
·
¿Qué hace una oficina de empleo?, ¿qué es
intermediar?
o
Área de Información y Zona TIC (Funciones: enseña
a pedir cita online, renovar la demanda trimestralmente mediante los diversos puntos
de empleo, y ordenadores de autogestión. Cómo encontrar ofertas/anuncios,
diferencias entre anuncio y oferta de empleo, cómo acceder a ambos a través de la Oficina Virtual del
SAE. Diferencias entre el “curriculum
vitae” realizado por el personal de
la oficina y el autocurrículum de la oficina virtual, cómo hacerse el curriculum
vitae” y
cómo modificarlo una vez guardado, y así un largo, larguísimo etc.
o
Área de Demandas (Describir funciones)
o
Orientación Profesional (Describir funciones)
o
Servicios a empresas (Describir funciones)
·
¿Cómo acceder a una oficina de empleo?
o
Cita por Internet (Internet siempre primero) y
teléfonos (como segunda opción) así proyectamos sobre la ciudadanía desde el
comienzo la importancia, hoy por hoy, de las NNTT (y seguir haciéndolo de
manera constante y transversal desde que la persona se sienta para ser atendida
en mesa, etc.), y en definitiva, durante todo lo que dure su recorrido hasta
que se inserte/reinserte al mercado laboral.
·
¿Cómo “moverse” en una oficina de empleo?
o
“Kit de instrucciones”. Una manera de enfocarlo
podría ser algo así como los videos de “primeros auxilios”, pero aplicados a
este contexto particular. Sería interesante crear un especie de Kit de
instrucciones básicas para la “supervivencia” en una oficina de empleo en las
que se mencionar asuntos tales como:
§
Derechos y obligaciones del usuario.
·
¿Qué pasos debe seguir una persona que demande
empleo u otros servicios de su oficina?
o
PASO 1) Solicite su demanda de empleo o DARDE
(explicar esto del DARDE) y para qué sirve.
o
PASO 2) Solicite cita para actualizar el “curriculum vitae” (explicar
la importancia de esto y los tipos de “curriculum
vitae” que
existen, diagnosticar si la persona requiere orientación, etc.)
o
PASO 3) Solicite apoyo en NNTT.
o
PASO 4) Venir a cita de actualización del “curriculum vitae”.
o
PASO 5) Localizar ofertas de empleo (este paso
en concreto se puede intercalar con cualquier otro paso y se debe hacer en
cualquier momento y de manera longitudinal). Cuando alguien demanda empleo es
ése alguien quién debe dar los pasos en su propia búsqueda de empleo,
orientación, formación, etc. La administración tiene el deber de facilitar las
herramientas y los instrumentos para ello. Debe quedar claro en este punto que
la oficina no funciona de la manera que algunos erróneamente creen. El famoso
“yo lo traigo todo y luego a esperar a que me llamen, en vez del, “Llame usted,
anticípese”.
·
Observaciones: Si queremos “entretener educando”
y/o captar la atención de las personas de la sala de espera, lo mejor sin duda,
es el uso del soporte audio visual con sonido, no obstante, esto resulta muy
difícil y podría hasta resultar molesto, por tanto, utilizar subtítulos o la
escritura acompañada con presentaciones parece lo más factible. Resulta casi
imposible llegar con los mensajes a toda la población por su diversidad, pero
una traducción simultánea en varios idiomas en aquellas oficinas o centros de
empleo donde abundan los colectivos foráneos (incluyendo también el lenguaje de
signos), sería muy atractivo, práctico, inclusivo e “innovador”.
Como veis un “bucle” nos va a dar mucho juego y
conllevará que cada uno/a de los/las profesionales del SAE aporte, desde su área
o zona de trabajo aquello que considere útil y necesario (le pediremos a la limpiadora
también que nos aporte su opinión respecto del respeto y uso de lo público).
Aunque en nuestro fuero interno nos hemos gritado ese “No
dejar para mañana lo que se pueda hacer hoy”, me cuestiono ¿cuánto se puede
hacer hoy?, ¿cuándo es ese mañana?, y he notado que tengo más cosas pendientes
que las que efectivamente realizo; más planes que concreciones; más ideas
volando que una en mano.
Pero sin querer contradecir a Sartre, a veces es bueno
contar con una diversidad de horizontes, dado que sea cuál sea la dirección por
la que se vaya algo de lo querido se habrá obtenido. (Habrá quien crea que esto
es sólo un ilusivo consuelo, el último falso aliento de quien se sabe que ha
fracasado). Ambicionar mucho tiene sus consecuencias. El caminante puede
obtener su triunfo al compararse con otros, pero sin duda tendrá su defraude a
él mismo saber a dónde no pudo llegar. Pero allí está siempre la realidad, esa
mezcla, o tal vez resultado, de lo que queremos hacer, de lo que podemos hacer
y de lo que, entre caminos truncos y conformistas, hacemos. Seguiremos en
contacto...